Saltar al contenido

Big Band Bloggers

"Una docena de años viendo cómo se parten por docenas otras cosas en el mundo"

  • Palabras gastadas
  • Sin pasión ni reproche
  • Dos gallos para Esculapio
  • Fabulaciones
  • Cuentagotas
  • El manantial de las perversiones
  • Objetos usados
  • Rehab
  • Ya lo pasado, pasado
    • Abismos, ensueños y otras ausencias
    • Caosmos
    • De figuraciones y reflejos
    • De rosas y rozaduras
    • El Kitsch
    • El Trilobite
    • Furcio y sus furci-heces
    • Germosuras
    • GuatekeWordSistem
    • Guillermo
    • Humo
      • Viejos del Y dice así
      • Viejos del Alea Jacta Est
      • Viejos del BBB
    • Inflando Burros por el pivote
    • La covacha del soponcio
    • Libreta de ocurrencias
    • Los Planes de Zeus
    • Ni Fu, Ni Va
    • Palabras y apariciones fortuitas
    • Raïssa
    • Triques y paliques
    • …. no en un cuento
  • Inicio
  • ¿Quiénes somos?

Archivo diario: 12 enero 2009

Guisas del diálogo

 

 

Nunca se inicia un diálogo. Náufrago del tiempo, el diálogo permanece en la acechanza. Tan esquivo a la planeación, como inesperado perenne, el diálogo es el fruto afortunado del encuentro bienhadado: súbita encrucijada de sisadas expectativas y voluntades solazadas. Ya sea a la vista, ya al oído, el diálogo, cuando los hombres se encuentran, siempre es presente. Todo nuestro ser, presencia expresiva, es referencia completa, simbolismo persistente. Con cada paso, con cada ademán, con una simple mirada, o con la escueta elocuencia del cuerpo, decimos algo, expresamos, y por esa mínima expresión, por exigua y efímera que sea, podemos dialogar. No hay palabra tan vana que no refiera a algo más. No hay acto humano tan completo como para que se gaste en sí mismo. Cada obra del hombre puede ser un diálogo entre los hombres. Cada palabra, cada logos, dice algo a alguien. Todo lo humano es, de una u otra forma, un decir.

Dialogamos con otros sobre los otros. Hacemos los caminos del diálogo poniendo a los otros en conversación. Nuestras palabras, ya sea explícita o implícitamente, siempre refieren a alguien más; por eso, cuando leemos un texto, o participamos de un conversación oral, nos quedamos con ganas de leer algo más, de presenciar otra conversación más. El arte de escribir viene a ser, en este sentido, la excelencia de contagiar diálogos al lector. El arte de leer, por su parte, debería referirse como la excelencia de poner en conversación los diálogos contagiados por el texto leído con nuestros otros diálogos. Así, lo que decimos, como en el revés de un párrafo, nunca está libre de otras conversaciones, nuestras palabras nunca son nuevas. Incluso en la soledad, seguros de estar solos con las palabras, conversamos con alguien más. Todo en el lenguaje es referencia. Toda el habla es comunión.

Que el diálogo no tenga inicio, que no acordemos comenzar a dialogar, implica que ya somos comunes, que el diálogo no nos es ajeno, que de una u otra manera siempre podemos dialogar. Lo que sí inicia, lo que también acaba, son los lugares para la comunión, las plazas para el diálogo. Lo que inicia son los textos, las alocuciones; lo que termina son los coloquios, los libros. Lo que inicia son las disposiciones al diálogo, los arreglos para facilitar los encuentros afortunados. En cambio, el diálogo permanece: cerramos el libro y seguimos dialogando. Que los lugares del diálogo no sean el diálogo mismo implica que hay algo más, que las letras no son el diálogo, que las palabras no se agotan en lo dicho. Se crean nuevos foros para el diálogo, no se crean nuevos diálogos. Se implementan campañas de difusión cultural, no se crea la cultura. Se escribe algo novedoso, no se inventa la palabra. La palabra, como el diálogo, permanece; el que pasa es el hombre. Lo que cambia es la pulcritud del lector, la elegancia del escritor, la habitabilidad del mundo. Varían las modas literarias, los formatos de edición, la tolerancia -entre la nulidad y la exageración- a la palabra; permanecen los clásicos. Varían las condiciones para el diálogo, que no siempre son propicias. Varían las posiciones, los puntos de vista; queda lo otro. El diálogo no está en el tiempo porque de ningún modo es definitivo: jamás tiene un punto final, no tenemos la vida asegurada. Quizá por ello, quienes están acostumbrados a dialogar, los grandes lectores, dialogan tan afanosamente, leen con tal ansia. Ellos, escasos entre los pocos, se escabullen del barullo diario y roban al trajín unos minutos para dedicarlos -aventureramente- al diálogo tonificante: les va la vida en ello. En tiempos de crisis no peligra la palabra, sino la habitabilidad del mundo, la posibilidad de seguir dialogando. En tiempos de crisis lo virtuoso es intentar una y otra vez dar un espacio a la palabra, disponer la situación al diálogo, hacer todo lo posible para que este mundo estridente siga siendo habitable. Habiendo vida, y al menos un poco de suerte, seguimos dialogando siempre.

Námaste Heptákis

 

Si te gustó, compártelo:

  • Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Pocket (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Skype (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)

Me gusta esto:

Me gusta Cargando...
Publicado porNámaste Heptákis12 enero 200912 noviembre 2011Publicado en Triques y paliquesEtiquetas:diálogo, escritura, lectura7 comentarios en Guisas del diálogo

¿Qué buscas?

Lo más reciente

  • Y gracias 3 noviembre 2021
  • Aceptación 27 octubre 2021
  • Herencia 20 octubre 2021
  • Ogros políticos 13 octubre 2021
  • Perdida 6 octubre 2021
  • Sed 29 septiembre 2021
  • Serenidad 22 septiembre 2021

Acordes y desacordes

enero 2009
D L M X J V S
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031
    Feb »

Nuestras categorías

Enter your email address to follow this blog and receive notifications of new posts by email.

Big Band Bloggers, Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí: Política de cookies
  • Seguir Siguiendo
    • Big Band Bloggers
    • Únete a 329 seguidores más
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Accede ahora.
    • Big Band Bloggers
    • Personalizar
    • Seguir Siguiendo
    • Regístrate
    • Acceder
    • Denunciar este contenido
    • Ver sitio web en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
A %d blogueros les gusta esto: