Otra vez Nietzsche…

 

La vanidad del artista romántico, un falso pesimismo.  

Etna TM. 

 

Por qué criticar al romanticismo, cuando se comienza con una oda a sí mismo y a sus victorias? Esto parecería contradictorio, un exceso de vanidad, la cual es propia del artista romántico, sin embargo Nietzsche va más allá de una infundada y simple exaltación de sí y de sus actos. Aquí es donde el análisis, la critica y los principales huecos que nuestro autor pretende excavar  de aquellas figuras enfermas de vanidad, la cual disfrazan con un movimiento que ellos denominan, pesimismo. Estas perspectivas, son las que deseo mostrar en en siguiente escrito. Cuál es la principal característica de un artista romántico? El deseo de captar la atención, esa necesidad casi enfermiza de sentir que todos a su alrededor le aplauden y reconocen sus obras, y que él es casi una encarnación divina. Sin embargo, surgen muchas dudas respecto a esta adoración de sí mismo, por ejemplo, ese necesitar la atención de otros, ver reflejada esa superioridad de la cual creen ser poseedores ante los demás. Su genialidad reside, entonces por medio de otros, nunca por sí mismo. El romántico se aleja de sí, por esa carencia de conciencia de lo que es, y de lo que existe a su alrededor, si por algún motivo, no recibe la atención de los demás, se confunde, siente que su genialidad es incomprendida, se deprime, se apacigua, convierte esta situación fatal, se asume pesimista. Qué peor manera de deprimirse que ésta? Qué peor manera de fatalizar las cosas, sin cuestionar aquello que es incomprendido y aquellos a los que fue dirigido.

 

Esta es la primordial crítica que hace el autor de aquellos que van por el mundo con bandera de genios, su terrible y enferma vida romántica, falta de observación y de conciencia, plagada de una vanidad sin fundamento, viciada por opiniones de terceros, el artista romántico, que en pocas palabras se desprecia a sí mismo, o quizá ni siquiera sepa apreciarse, sufre de manera antinatural, su desprecio hacia los que no entienden su postura, lo carcome, lo debilita, su sensibilidad se ve carcomida, por aquello que no le es propio, lo ignora, es por esa razón que Nietzsche llama a una observación, a un análisis de estos “fundamentos” de los cuales el romántico, perdido en una idealización de el mismo.