En las mañanas, cuando el cuerpo despierta y la mente está deseosa de hacer lo mismo, Dannae se siente suicida, busca entre sus cosas la máscara que portará ante la audiencia de hoy…¿de ayer? Para ella es lo mismo. Entre más busca menos encuentra, es la misma agonía de todos los despertares, puesto que en todos ellos mostrarse tal cual uno es puede perturbar, es más sencillo mostrar algo que es propio a todos que aquello que es a uno mismo. Dannae se contraría al pensar en esto, le suena un tanto ilógico, sin embargo regresa a su sitio habitual, lista para su rutina…
¿Qué sería de su sentir suicida sin esta agonía? Su semblante se ensombrece a medida que sus manos acercan la baladí máscara del día….Dannae se pierde detrás de ella, mira al espejo y no ve nada…
Dannae en el jardín, saluda sin pesar al fétido desfile que se mueve incesante frente a ella, charla brevemente con las tinturas, los materiales, los adornos y las falsas expresiones, se pregunta si habrá alguna real, si alguna de ella es suicida también. Las caretas llamativas se acercan a ella tímidamente, le susurran el buen trabajo que ha hecho con ella misma…Súbitamente una voz se adentra por los huecos que aparentan ser ojos y grita: ¡En ti misma!…La voz que grita siempre rompe…Dannae cubre su rostro y no repara en los trozos de la falaz careta, se mueve presurosa a su cuarto donde ya la aguarda aquel cofre que guarda más disfraces, se detiene un momento y una lágrima recorre su piel y desesperadamente cae al suelo, esa lágrima que se lamenta por aquella rota, aquella suicida cansada de intentar sostener lo insostenible de Dannae.
Cansadamente posa sus manos en el cristal de su ventana, desea tocarla, no se ha percatado que aún lleva la máscara puesta, se siente pesada a estas horas, mira a su alrededor y se ve sola, afuera no hay quién pueda mirarla tal cual es, sin embargo siente que alguien la observa ¿será acaso la voz? La voz escondida entre las sombras que ahora susurra lo que antes gritó. Le aterra tener que escuchar de nuevo ese grito, siente que la voz está esperando solo el momento adecuado para volver a gritar, pero ahora, sin careta ¿qué va a romper? el deseo de la noche embriaga a Dannae, para ella es más sencillo convivir con sombras, al menos ellas se muestran, las otras se rompen con voces que gritan, las sombras se esfuman en susurros. Haciendo memoria, el primer obsequio recibido fue una máscara con facciones finas, profundas e inocentes, se le dijo que la inocencia es una poderosa arma que por desgracia se perdía pronto, pero puede inmortalizarse en una máscara, si ella perdía su inocencia, aquella embaucadora pieza la haría regresar. Triste recuerdo, Dannae sabía que no regresaría para ella, pero sí para los demás. Su madre una vez más le había dado algo que ha sido muy útil en mucho tiempo…Nunca quiso ser como su madre, pero tampoco sabía qué ser entonces.
Por suerte para Dannae, el baile de sombras se aproxima, descubre su rostro, al mirar de nuevo la careta del día se ensombrece y en un susurro se pierde….
Etna