Hablar de política hoy en día, puede parecer para algunos, un mar de diversas perspectivas que en ocasiones iluminan las características de la misma, para otros, ensombrece cualquier tipo de discurso que se pueda dar de ella. Por un lado podemos notar que el hombre ha dejado de ser, de ejercer y de hacer política, teniendo como consecuencia la perdida de los valores que constituían una polis, convirtiendo a la sociedad moderna en barbárica. Basta con posar los ojos –del cuerpo y del alma- en las noticias provenientes del periódico, noticiero, o bien, en el peor de lo casos presenciar un mitin partidista.
Entre nuevos y viejos el espectáculo de la vida política mexicana –pero no exclusivo de esta- se rebate entre dimes y diretes, entre chismes obvios e insultantes. La guerra partidista atrae a una sociedad que no exige propuesta política, sino, cual telenovela, espera que se desenmascare al malo de la historia para acoger en su seno al bueno con su imagen prometedora, sus discursos flojos, aquel que con palabras grandilocuentes (aunque se desconozca el significado de esta grandilocuente composición) deje perplejo a más de uno. Pero no todo –políticamente- versa sobre supuestos, tenemos ahora que para ser un hombre “político” se puede ser desde atleta olímpico, actor de telenovelas, películas, etcétera, en pocas palabras basta que muchos ojos te hayan visto y muchas bocas te hayan mencionado para que puedas ocupar un puesto burocrático bien remunerado tras la palabrería de una representación social. “Mi pasado fue competir corriendo, eso hablará de mi desempeño a favor de las causas y necesidades sociales” palabras más palabras menos de la ex Atleta Ana Gabriela Guevara la cual contiende por la delegación Miguel Hidalgo, pero como sabemos, al pertenecer a la corriente de izquierda, detrás del circo tenía que estar acompañada y apoyada por el ya por todos conocido AMLO y por la falsa figurilla de C.Dior Guadalupe Loaeza, ambas personalidades políticas y apocalípticas dieron las respectivas palmaditas en la espalda a la ahora candidata. Ahora bien, pese a estas peculiaridades, aún se creen que en estos casos, la política esta presente.
Si esto no ha conseguido asquear al lector, la tendencia de pseudo-política defequense y mexiquense tiene muchos más ingredientes que invitan a la nausea, tenemos ahora al candidato a la gobernatura del municipio de Huixquilucan Alfredo del Mazo Maza, quien tras el bastión priista , se regocija visitando a sus posibles votantes, en su larga jornada ofrece propaganda en forma de gorras, cubetas y demás objetos arrumbables, pero esto es algo común entre los candidatos a puestos gubernamentales, sin embargo no es suficiente para provocar la nausea grado sumo ya que al estar en boga el modelo de su compañero de partido y gobernados del Edo. Mex. E. Peña Nieto, el cual, más allá de contratar notarios que validen sus promesas, transformó aquella frase que dice: “Verbo mata carita”. Mazo Meza sigue esta línea, optando por la galanura como la mejor manera de obtener votos, es por eso que el candidato monta su espectáculo siendo acompañado por su Club de Fans, compuesto por un grupo de mujeres que a cada pregunta de algún periodista, responden elogiando la gallarda figura de su pusilánime objeto del deseo.
¿Es ésta nuestra política? Por desgracia sí, nos quejamos de promesas incumplidas, sin embargo, es nulo aceptar la responsabilidad que como sociedad tenemos, dado que hemos aceptado que personalidades como las mencionadas tejan los rumbos de una ciudad, de una delegación o municipio, nuestra visión política ya no se enfrenta con lo que en algún momento fue la finalidad de ésta, ahora, cualquier cualquiera puede hacer y hablar de política ante nuestros ojos modernos, sin embargo la vida se nos va de las manos y dejamos que estas cosas sigan sucediendo, mucho se ha dicho del destino de la humanidad cuando se observa esta perspectiva, el asunto se ha tratado, se ha dicho, se ha divulgado, pero es opacado por los espectáculos nefastos que vemos todos los días.