Me senté en una banca a esperarte sin saberlo. Cuando lo hube sabido me quedé sentada, ahora pensando por qué esperándote estaba. También esto llegué a saberlo; así que sentada sigo y te espero pensando que, si acaso la espera se acaba, yo siga sentada, pero sin esperarte como ahora te espero.
Hiro postal
Me gusta el ritmo de tu escrito. Dime si exagero, pero leo algo de flojera en el deseo de que pase lo que pase, la narradora siga sentada.
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Yo creo que mas bien es cansancio de esperar algo que, tal vez, nunca llegue. O, en su defecto, resignacion (recuerda lo de los acentos).
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