Aquella luenga hora nona

Aquella luenga hora nona…

 

Don’t even hear a murmur of a prayer

It’s not dark yet, but it’s getting there

Apenas sabemos lo que es la obscuridad, y ya nos asusta la viscosidad de la penumbra. Cunden por el mundo el desánimo y el desaliento. La persistencia del mal nos arroja a la desesperanza. Desarropados de la certeza en la razón, humillados por la desconfianza en el otro, despojados de la vida digna, pensamos en la crisis del presente y nos lamentamos de las generaciones por venir, miramos con desconsuelo el desesperado intento del puñado de justos que todavía busca la paz, y nos abandonamos en una sardónica amargura a esperar lo peor. Vemos tan lejana, quizás imposible, la solución de nuestros problemas que invocamos secretamente al peor de los desastres para poner fin de una vez a todas las posibilidades. ¿Se agotaron las razones? ¿O más bien se nos ha agotado la imaginación? ¿Y si el agotado es el amor?

         Nos desespera la incapacidad para resolver nuestros problemas, pues no nos gusta vernos abatidos. Nos desesperan los límites expuestos por aquello que nos sobrepasa, pues nos gustaría ser quienes sobrepasan. Nos desespera que tras intentarlo una y otra vez, las cosas escapen a nuestro efímero control y parezca que nuestra acción, a final de cuentas, no ha valido nada. Parece que nos atemoriza la inutilidad de nuestra acción, su insignificancia, su infinita pequeñez. Estamos atribulados como aquella multitud incrédula que comenzó a temer el fin de todo cuando en el Gólgota expiró aquel que tiernamente se dirigió a Dios como “papá” (אַב). Desconfiamos de la acción inane porque quisiéramos ver, como el ladrón mezquino que se mofó del más cruel sufrimiento, una exhibición inaudita de poder y fuerza que nos libere de las penas y los pesares que nos aquejan.  O peor, traicionamos la gratuidad del amor apañados en nuestra falsa grandeza, mientras hurtamos a los demás toda esperanza con los estertores de nuestra asfixia bajo la higuera maldita… Y seguramente, habrá todavía alguno que no desespere en medio del pesar –donde “el aire huele a sangre y a carroña”-, simplemente por saberse amado.

Námaste Heptákis

Parte de guerra 2012. 3072 ejecutados al 6 de abril.

Garita. En uno de sus spotes televisivos, Josefina Vázquez Mota afirma: “fue indignante ver a niños arriesgando su salud durmiendo entre miles de microbios”. ¿Alguien sabía que la candidata tiene visión microscópica?

Coletilla. Es una pena que la Presidencia de la República esté relacionada con el plagio y la piratería. Explorando el portal “Sistema Internet de la Presidencia” encontré un listado de “recursos para escribir mejor y evitar errores ortográficos” (http://www.sip.gob.mx/contenidos/876-recursos-para-escribir-mejor-y-evitar-errores-ortograficos) [con fecha del 18 de octubre de 2010] que fue plagiado de un sitio de periodismo digital (http://www.clasesdeperiodismo.com/2010/09/23/10-recursos-para-escribir-mejor-y-evitar-horrores-ortograficos/) [con fecha del 23 de septiembre de 2010]. Interesante es que entre los miembros del comité del SIP se encuentra un funcionario de la Secretaría de la Función Pública, dependencia que se jacta de tener como misión “consolidar un Gobierno honesto, eficiente y transparente” y plantea como una acción prioritaria “inhibir y sancionar las prácticas corruptas”.