Copiando sin vergüenza las revisitaciones de Námaste Heptákis, les comparto mi traducción de un pedacito que me fascina de la Odisea (XIX, 203 – 212). Odiseo disfrazado de mendigo le cuenta a Penélope, su esposa que no se ha dado cuenta de la treta, noticias falsas sobre el destino de su marido.
Él con engaños le habló asemejando verdades:
Oyendo vertía ella su llanto, su piel derritiendo
cual nieve que ya se derrite en las altas montañas,
el Euro templado derrite y el Zéfiro lleva,
y así derretida se encauza colmando los ríos:
sus bellas mejillas así derretía con su llanto,
llorando al esposo allí junto. Y luego Odiseo,
dolióse del ánimo, por su mujer, compasivo;
mas como de cuerno o de acero selló bien sus ojos,
y sin un temblor en su rostro el sollozo detuvo.