«Sorrow remarries us to God»
w.
Dolores tenía siete años. Le decían que no sabía nada de la vida, del amor ni del dolor, que tenía que aprender, pero que todavía le faltaba un rato. No le gustaba que la tomaran como a una tonta, no le gustaba que no la dejaran escuchar –mucho menos opinar- sobre las cosas de adultos. Por eso quería tanto a su abuelo: él era el único en el mundo que le hablaba sin mentiras, que no le hablaba como si fuera una niña. Él le dijo todo acerca de Santa y los Reyes Magos, con él aprendió a jugar ajedrez, cartas y a tomar café. Era su mejor amigo. Nadie como él. Una mañana fue a su cuarto pero él ya no estaba. Preguntó a sus hermanos pero no le contestaban. Lloraban y lloraban. ¿Qué había pasado? La muerte. Ahora lo recordaba; su abuelo se lo había explicado bien. No volvería: se había ido a navegar por el mar más grande. Pero también la seguiría a todas partes, sería la estrella más grande. Algo pasaba, algo sentía pero no era bonito; comenzaba a comprender que aunque él la siguiera y fuera un estrella (porque eso le había dicho él y nunca se atrevería a mentirle), ella jamás volvería a ver esos ojos, esas canas e incontables arrugas. Jamás volvería esa voz, ni ese olor a jerez. De pronto todo se hizo borroso, sintió mojada su cara. ¿Qué pasaba? Lloraba. Su abuelo se lo había explicado también. Lloraba tantito su alma y ese llanto se escurría en su cara. Lloraba como la gente grande. Ahora sabía algo de la vida, ahora sabía de qué se trataba el dolor.
Del dolor y sufrimiento se han dicho mil cosas, aquí y allá se habla de ellos. También yo lo he hablado. Pero como todo no está nunca dicho y siempre hay algo qué decir, aquí estoy otra vez. Preguntando, intentando. No sé si lo estoy logrando. Así como la de Dolores hay más historias cuya estrella es el dolor. A Juan le duele el cuadríceps derecho de tanto hacer pesas, pero no es su culpa; necesita tener un buen cuerpo si no ¿qué sería de él? A María le duele la muela, está negra y medio rotita. Prefiere aguantarse, no va a pagar tanto por un pedazo de muela. Luisito se cayó del subibaja, se raspó piernas y brazos. No para de llorar. ¡Cuánto le duele su pierna! Pero hay algo que le duele más. Aquel llanto es más profundo; le duele que sus mejores amigos por siempre se hayan reído, le duele la pena de que lo haya visto Lucía… Hay dolores de todos tamaños y tipos, unos se van rápido pero otros no tanto. Estos otros se quedan más rato. Están los dolores del cuerpo, pero hay otros más especiales y puros. Hay lágrimas que bailan dolores sólo del alma. ¡Qué instante más divino llorar! Divino tal vez como todos los instantes, donde sabemos que somos dos pero también uno; que somos cuerpo pero también algo más, también mucho más. El sufrimiento, ése que va y viene siempre desde muy adentro, por suerte no es nada snob. Por suerte es cosa de todos; ni siquiera en eso estamos solos. Sospecho que Don Sufrimiento trae unas ganas de unirnos; de hacernos ver que tú, así como yo, estás rotito y sufres tantito. Trae ganas de recordarnos que somos humanos. Que cargamos heridas, errores y malas decisiones. Tal vez no hay que esconder esas marcas y cicatrices. Tal vez el sufrimiento quiere hacernos ver que necesitamos, más que negar y desear olvidar, aprender. Aprender del error: ver las marcas en nuestro rostro y alma, tocarlas y llevarlas con orgullo sobre nuestro pecho y sobre nuestro corazón. Aprender del sufrimiento. Aprender que además del dolor, también estamos hechos para la felicidad. Ojalá a México no se le olviden sus malas decisiones. Ojalá no se le olviden sus penas, sino que las lleve, recuerde, y que además aprenda. Tal vez ese sufrimiento haga, o esté ya haciendo gritar a México ¡basta! Yo sólo espero que al rato no se nos olvide el “mexicano sufrimiento”.
PARA APUNTARLE BIEN: Wilde, me parece, es el que mejor ha hablado de esto (del sufrimiento). Aquí está un fragmento de De profundis:
“Prosperity, pleasure, and success, may be rough of grain and common in fibre, but sorrow is the most sensitive of all created things. There is nothing that stirs in the whole world of thought to which sorrow does not vibrate in terrible and exquisite pulsation. The thin beaten-out leaf of tremulous gold that chronicles the direction of forces the eye cannot see is in comparison coarse . It is a wound that bleeds when any hand but that of love touches it, and even then must bleed again, though not in pain… Where there is sorrow there is holy ground. Some day people will realize what that means. They will know nothing of life till they do.”
MISERERES: Interesantes las marchas juveniles, pero yo insisto: ojalá sí estemos reflexionando bien y más de una vez. Ojalá no sea sólo furor twittero y ganas de sonar a intelectuales a medias. Hay rumores, y más que sólo rumores, de que el PAN (el PAN que no es del bando del presidente) anda buscando acuerdo con el PRD: quieren hacer una encuesta a ver quién va ganando, para que el que pierda decline y se declare a favor del otro, ¿será? Acá dos artículos respecto a esto: http://www.letraslibres.com/blogs/el-minutario/bolas-universitarias, http://www.sdpnoticias.com/nota/343587/Con_respaldo_de_JVM_dos_comisiones_analizan_acuerdo_con_AMLO.