Se va gastando mucha tinta, y se van usando muchos bites, para hablar de la “primavera mexicana” –o “primavera de Santa Fe”, como la llamó un connotado columnista-, epíteto con el que ha comenzado a nombrarse al movimiento iniciado en las interrupciones e increpaciones con que alumnos de la Universidad Iberoamericana decoraron al candidato presidencial del nuevo PRI Enrique Peña Nieto y que fue tomando rumbo en la conocida campaña #YoSoy132. Como ya es costumbre en las trincheras del tintero, de un lado saludan jubilosos la actitud juvenil pues fincan en ella su ceñuda esperanza en la revolución que siempre está por venir, mientras del otro señalan con sospecha la movilización en masa de los pequeburgueses del país para distraer la atención del proceso electoral; en ambos lados, sin embargo, suele perderse de vista el delgado hilo que distingue la condición real del movimiento juvenil y su peculiar característica paradójica que origina tanto las loas como los reproches. Esa delgada línea fue subrayada hoy por la tarde, en el encuentro celebrado en la Plaza de las Tres Culturas, por la representante de la Ibero durante la primera ronda de intervenciones, cuando en clara referencia a la descripción que el candidato del nuevo PRI endilgó a sus interpeladores la estudiante afirmó: sí, sí somos intolerantes. A mi juicio, de entre las muchas palabras que se dijeron esta calurosa tarde en esa plaza, la afirmación de la intolerancia fue la más notable, inteligente y certera en cuanto a la manifestación de lo que el movimiento juvenil actual es; así mismo, esa misma frase notable e inteligente es la más certera para mostrar la paradoja intrínseca en el movimiento. Por un lado, es de celebrar que en una plaza pública pueda afirmarse la intolerancia, pues es el primer modo de descartar la indiferencia: no podemos tolerar, dijo la representante de la Ibero, lo indignante –las muertas de Juárez, las bajas colaterales, Atenco, Acteal y horrores semejantes-. Aunque por otro, afirmar y aceptar la intolerancia en una plaza pública puede llevarnos a la completa negación de la diferencia: los crímenes de pureza, las purgas corporativas, los campos de concentración, los Gulag y las matanzas al estilo guevarista. Es la intolerancia del movimiento #YoSoy132 lo que nos permite notar su naturaleza paradójica: sin su intolerancia al crimen no tendrían sentido, pero con su intolerancia al otro lo perderían completamente. Y su paradoja intrínseca, además, muestra el mayor problema de su movimiento: ¿cómo podrán hacer los ahí reunidos para conservar el buen juicio que les permita distinguir la intolerancia justa? En el evento de hoy, al menos, no escuché idea alguna sobre el asunto. Sí, en cambio, la vi en práctica: los jóvenes ahí reunidos fueron tolerantes ante la provocación de los porros infiltrados en la plaza –hoy encontré, tras casi doce años, a un veterano porro que en su momento fue procesado penalmente y tras ser liberado fue becado por un gobierno municipal corrupto que hoy lo envió a fotografiar a los jóvenes que protestaban contra el candidato del partido que lo tiene empleado-, fueron tolerantes ante la provocación de los coheteros de Morena –junto con toda la gente que el movimiento de López Obrador tenía en la plaza haciendo “estudios de inteligencia” (esto viene de declaración directa de uno de los empleados) desde varias horas antes de iniciar el evento (evento que, por cierto, inició de manera informal cuando apenas éramos cerca de veinte personas)-, fueron tolerantes, en fin, ante las burlas de la prensa –directamente las vi de los reporteros del canal 28 y de la OEM- y ante casi cualquier inconveniente –incluso el inclemente sol que esta tarde cayó sobre nosotros-. Sin embargo, queda pendiente al movimiento #YoSoy132 delimitar su intolerancia, de lo contrario el movimiento hará suyas demandas que no le corresponden, o pasará del “apartidismo” al golpismo militante. Al menos, parece que la generación siguiente a la de los “últimos nihilistas” cree que no todo está permitido. Enhorabuena.
Námaste Heptákis
Parte de guerra 2012. 4350 ejecutados al 25 de mayo.
Garita. El día que inició el Encuentro Nacional de Resistencias Autónomas Anticapitalistas, en Cherán, fue encontrado el cuerpo del líder comunal del municipio autónomo en que se realiza el encuentro; aunque no conocemos todavía las conclusiones del mismo, se vuelve necesario pedir el pronto esclarecimiento del caso.
Coletilla. “Para mí, la embriaguez es un accidente, no una finalidad”. José de la Colina