How many times must a man look up
before he can see the sky?
Bob Dylan
Hay golpes en la vida tan fuertes que te hacen ver las estrellas. Y no me refiero a la alegoría del golpe como causante de estrellas alrededor de nuestra cabeza. Me refiero al hecho de abrir los ojos, dejarse de pendejadas y observar el cielo estrellado. Sentimos los golpes de la vida, su furia, como si fueran castigos que enceguecen nuestro andar. Que nos derrotan. Pero lo cierto es que cada golpe es una muestra de lo mal que andamos el camino, de lo erróneo de nuestros pensamientos, de lo endeble de nuestros asideros. Recibimos el impacto y podemos ver en él un castigo o un premio –o como diría algún viejo sabio oriental “ni lo uno ni lo otro”. Recibimos el impacto y alzamos la cabeza en la oscuridad de nuestra noche para maldecir, totalmente enceguecidos, y en lugar de ver las estrellas nos retorcemos de dolor en el agujero de nuestra conmiseración. Pero hay golpes tan fuertes –y de una misericordia tal- que nos obligan a voltear al cielo y abrir los ojos. Simplemente eso. Abrir los ojos para descubrir que lo hemos hecho todo mal, pero sabiendo que por muy mal que lo sigamos haciendo al final tan solo quedarán las estrellas, aunque ya no haya ojos que las observen.
Gazmogno
Brillante, amigo. Es como disolver la línea de uno mismo llegando a ver el todo. Gracias.
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Me encantó. Gracias, Gazmogno.
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