Humo

“Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas

inconstantes, ese montón de espejos rotos.”

J. L. B

Cada noche se acostaba en el patio de su casa de cantera helada a mirar las estrellas. Todas eran especiales. Todas hacían que ése –su cielo- fuera así y ningún otro. El hombre está hecho de pequeños y delicados instantes –una vez me dijeron. Pensé que nunca lo había pensado. Pensé que tal vez ese hombre tenía razón. Así que revisé los míos. Comencé a recordarlos,  a suponerlos y sospecharlos. Supuse que hubo uno (un instante) en el que supe quién era mi madre, en el que comprendí qué era una madre. El instante en el que por primera vez me hinqué, junté mis manos y quise platicar con Dios. Aquél otro cuando sentí un calor bien adentro que explotó en forma de enojo rojo. Cuando me pegué en un poste y en otro poste. Cuando entendí de veras qué era multiplicar. Cuando sentí la lluvia, probé el café y el otoño. Cuando me picó la comezón. Cuando creí saber de qué se trataba el amor. El primer beso, el segundo y el último. Cuando probé la vainilla y descubrí que nos miente porque no sabe a lo que promete. El instante en el que creí saber quién era. El otro en el que supe que había creído mal. Cuando sospeché que extrañaba y que tenía miedo a la soledad. Cuando confirmé mis sospechas. Cuando me hicieron llorar, cuando hice llorar, y supe que yo no era nada especial…Y así han de seguir miles, son demasiados y yo tengo mala memoria. De muchos no me acuerdo,  pero me los cuentan. Me los cuentan mis padres y abuelos, mis pies y mis manos, mis marcas y arrugas. Mi cuerpo y también mi alma. Instantes, como todos, de una naturaleza especial. Rarísimos. Se resbalan y se esfuman, así como el humo, pero también se quedan. Nos van dejando, pero también nos van quedando. Pienso yo que nos conforman, nos construyen y mantienen. La memoria los conserva y nos conserva. Nos recuerda lo importante, lo que no hay que olvidar. Nos recuerda quiénes somos. Hoy, sospecho, esos instantes ya no los disfrutamos tanto. Ahora ya no los vivimos tanto; los dejamos ir así como llegaron. Así como del viento, nosotros ni enterados. Hoy nos gritan que les pongamos atención. Nos gritan que volteemos a verlos y volvamos a saborearlos; al café, la vainilla, el amor y el llanto. A voltear al cielo y de veras (ad)mirar las estrellas. Hoy, se me hace,  ya no nos acordamos–ni tú, ni yo, ni México- de lo que nos gusta o disgusta, de dónde venimos o a dónde vamos. Tal vez, sólo tal vez, así, volviendo a ellos, recordemos o descubramos quiénes somos, qué queremos y  podemos llegar a ser.

PARA APUNTARLE BIEN:

“What if you slept 
And what if
In your sleep
You dreamed
And what if
In your dream
You went to heaven
And there plucked a strange and beautiful flower
And what if
When you awoke
You had that flower in you hand
Ah, what then?”

S. T. Coleridge

MISERERES: La encuesta del Reforma del jueves pasado tiene a todos anonadados. Acá la pueden ver y pensar lo propio: http://gerardoesquivel.blogspot.mx/2012/05/la-encuesta-de-reforma.html.  Son interesantes, y tal vez poquito tristes, las declaraciones del ex –presidente Fox; para él el PRI ya está en los Pinos, las encuestas no valen nada, y detrás del movimiento #Yosoy132 están lopezobradoristas radicales. ¿Sí?