“Separados y silenciosos, esa noche hicimos un papel de convidados de piedra”
J. J. A.
Eran las ocho. Lucía, desconsolada, llamó a Juan, su amigo del alma. Eran pocas las veces que se habían visto, todas gracias a Juan o al destino. Nunca antes Lucía le había hablado para que se vieran. Pero ellos se conocían bien. Él la conocía mejor que muchos, mejor que todos esos que habían sido de ella. Mejor que todos esos que creían conocerla bien. Esa llamada era la señal que él había estado esperando. ¡Qué emoción! –pensó. Era su oportunidad, la única, de decirle lo que sentía. Tenía poco tiempo, debía actuar rápido y actuar bien. Pensó, escribió, borró, volvió a escribir y memorizó cada palabra. Con ella había que ser cuidadoso. Llegó la hora. Ella –como siempre- llegó tardísimo, pero esta vez no cargaba su sonrisa de siempre; esta vez lloraba como si llorara al mundo entero. Mala suerte. Para eso el pobre de Juan no había ensayado. Ella lloraba pero también estaba muy equivocada, ella y nadie más era la culpable de todo ese dolor. Juan lo sabía bien, pero no sabía qué decir. Lo cierto es que en ese momento de tanta niebla a Lucía no le importaba la verdad; ella buscaba sólo palabras de aliento, un abrazo al menos, un poco de paz. Pero nada más.
¿Cuántas palabras caben en ocho minutos? ¿Cuántas promesas, ataques o propuestas? ¿Cuántas verdades y cuántas mentiras? ¿Caben perdones e invitaciones? Poco, o nada, queda de esos héroes que en un minuto rescataron al mundo. Nada ahora, más que un vago recuerdo, de aquéllos que cantaron las musas, de esos admirabilísimos seres que una vez todo el mundo deseó ser. Ojalá esos héroes estuvieran cerca, salvaran al mundo, nos salvaran a todos, y si no, regaran así como el sol, gotas de tantita esperanza. Hoy se necesita más de un minuto para salvar al mundo. ¿Se puede hacerlo en ocho? Ya ni siquiera al mundo o a un continente, sino a un país. Uno chiquito, rotito y tantito dolido. Lleno “des” y más “des” (desconsuelo, desconfianza, descalificación, desconcierto y desdicha). Ni siquiera me refiero a salvarlo por completo, hablo de comenzar a o prometer salvarlo con eso que nos hace siempre tan humanos: las palabras. ¿Puede en ocho minutos resumirse y resolverse la realidad, la economía, el narcotráfico, y la corrupción? Yo creía que sí. Esperé los “qués”, “para qués” y los “cómos”. No llegaron. Luego recordé lo ingenua que puedo ser. Pero tenía miedo de que en realidad, bien adentro, esperara mucho menos de lo que decía, quería o creía esperar. Tenía miedo de esperar y conformarme sólo con palabras bonitas, palabras de aliento. Tal vez estas palabras que se sienten como abrazos en el frío y besos en la soledad no son, no pueden ni deben ser –aun sufriendo el dolor más grande- nunca suficientes. Ha de empezarse o terminarse por allí, pero siempre debe buscarse un poco o muchísimo más.
PARA APUNTARLE BIEN: “Tal como lo había intuido, el rostro de María sonreía. Es decir, ya no sonreía, pero había estado sonriendo un décimo de segundo antes. Me ha sucedido a veces darme vuelta de pronto con la sensación de que me espiaban, no encontrar a nadie y sin embargo sentir que la soledad que me rodeaba era reciente y que algo fugaz había desaparecido, como si un leve temblor quedara vibrando en el ambiente. Era algo así” Ernesto Sabato lo dijo en El túnel.
MISERERES: Debates y Post-debates, quién ganó todavía es sorpresa. Muchas encuestas –como la del Reforma- dicen que fue la candidata. Otros no piensan lo mismo. Acá pueden ver dos opiniones distintas: http://www.adnpolitico.com/opinion/2012/06/11/opinion-josefina-fue-la-mejor-pero-amlo-gano-el-debate y http://www.adnpolitico.com/opinion/2012/06/10/el-segundo-debate-una-interpretacion-de-urgencia. Hasta ahora, las encuestas de la elección siguen pronosticando los mismos (tristes) resultados.
Para Thimocrates: Pido perdón porque ese día, legalmente, tú tenías razón; debí decir duopolio. Pero sigo pensando lo mismo, cada vez avanzan más las licitaciones para el monopolio sospechado y bien o mal llamado por muchos como yo. Aquí te dejo unas cosas para que veas por qué creo lo que creo (claro que podemos acabar por acordar que desacordamos, yo espero sólo que lo leas). Éste es un texto de Denise Dresser: http://www.elmanana.com/diario/post/1653513. Y ésta es la respuesta del periódico The guardian a Televisa después de las acusaciones que ya sabrás –donde hablan precisamente del monopolio y del manejo de los medios para propaganda electoral-: http://www.guardian.co.uk/world/2012/jun/08/mexico-televisa-files-genuine-qanda?CMP=twt_gu, http://www.guardian.co.uk/world/2012/jun/11/wikileaks-us-concerns-televisa-pena-nieto?CMP=twt_gu, http://www.guardian.co.uk/world/2012/jun/11/wikileaks-us-concerns-televisa-pena-nieto?CMP=twt_gu. Te dejo también un saludo, Rubio.