Salsa de chocolate

No dices nada, niña.

Y la ola amarilla, 

la marea de sol, 

en su cresta nos alza,

en los cuatro horizontes nos dispersa 

y nos devuelve, intactos,

en el centro del día, a ser nosotros

O. P.

 

 Todo comienza desde la elección, el chocolate ha de ser de la más alta calidad, si no el resultado no será el mejor.  En una cacerola, colocar azúcar, agua y cardamomo. Realizar un almíbar. Picar el chocolate, y verter el almíbar sobre éste. Agregar aceite de girasol así como la pulpa, deliciosa y fuerte, de una vaina de vainilla mexicana. Servir sobre cualquier fruta, helado o profiterol. ¡Cuidado! –una advertencia- el chocolate siempre vuelve a su estado natural, así que debe hacerse todo rápido porque pronto se endurecerá… Había que ser preciso y veloz de lo contrario todo  saldría muy mal. Y así fue. Compré, derretí, vertí, olí, serví, y no. El necio chocolate nunca se dejó. Después de todo ganó, y se volvió casi como en un segundo, como se esfuma el humo,  a endurecer. Yo qué culpa –quise pensar para no sentirme tan mal-. ¿Cómo ganarle a algo tan fuerte como el “estado natural”? Eso ha de ser cosa imposible. Tal vez, por suerte o no tanta, contra eso de la naturaleza nada ni nadie ha de poder. Tal vez, como cantaba mi abuelita, aunque la mona se vista de seda… y zapatero a su zapato. Supongo ahora que algo tenía de razón, el chocolate no ha de ser (tan) especial y todo tiene su orden, fin, lugar y estado natural. Aunque se lo queramos quitar, pelea y lo busca, para quedarse y mantenerse siempre en él. El chocolate quiere seguir chocolate, así como el árbol ser árbol mas no ave ni flor. Y así todo, hasta nosotros, hemos de tener nuestro estado, orden y fin. Así como a mi cuarto, tal vez todo es cosa de ordenar y poner cada cosa en su lugar. O, más bien, de notar dónde y cuál es ese orden y ese lugar. Ha de ser cosa de aprender a mirar bien, de poner atención para descubrir cuál es. Descubrir lo que nos hace y mantiene hombres. Buscarlo y pelearlo como el chocolate que lo hace tan bien.

PARA APUNTARLE BIEN:Dichoso el hombre que medita la sabiduría. Más sublime, pues por él el hombre se asemeja a Dios, que todo lo hizo sabiemente y como la semejanza es causa de amor, el estudio de la sabiduría une especialmente a Dios por amistad, y así se dice de ella que es para los hombres tesoro inagotable, y los que de él se aprovechan, se hacen partícipes de la amistad divina…El deseo de la sabiduría conduce a reinar por siempre y más alegre pues no es amarga su conversión ni dolorosa su convivencia, sino alegría y gozo.” Santo Tomás.

MISERERES: Se inició la “Caravana por la paz” en Estados Unidos, el objetivo es hacer conciencia de la “equivocada política antidrogas”. En esta página se ve cómo han evolucionado las economías de distintos países desde el 2000: http://money.cnn.com/news/economy/world_economies_gdp/. Y, volviendo a la desconfianza democrática, acá está esto también: http://letraslibres.com/blogs/articulos-recientes/notarias-curriculares.