“Somos dichosos cuando encontramos sentido a seguir en medio del pesar”
–Un Gnomo
“…it is in these acts called trivialities
that the seeeds of joy are for ever wasted,
until men and women look round with haggard faces
at the devastation their own waste has made, and say,
the earth bears no harvest of sweetness
– calling their denial knowledge.”
-George Eliot, Middlemarch
Estos días, que por pura comparación me gustaría más llamar grises, han sido más bien negros. Todos tenemos experiencia, hasta cierto punto de comunidad, de ocasiones en que los tropiezos y cuitas personales se unen al malestar social, y nos hace sentir la combinación que los tiempos decaen por cumbres empinadas y que el mundo alberga en sus entrañas una bomba de tiempo. Nos hacen sentir que estamos perdidos en medio del mar, y que cuando hallemos tierra estará demasiado erosionada para plantar nada.
Afortunadamente, esa sensación de inminente desastre no halla completa satisfacción, no del todo por lo menos. Eso es por los pequeños detalles que prueban no ser tan pequeños como el nombre sugiere. Amigos cercanos, ricas conversaciones, la simpleza de la risa abierta, gestos, buenos libros, y muchas cosas como éstas nos ayudan a balancear con un pecho más templado lo que nos ocurre. Hablé ayer con una anciana que recordaba con añoranza una de sus más viejas experiencias, una enseñanza de su padre, y con una sonrisa aseguraba que era ese momento el que le había salvado la vida, unos ochenta años después. Es verdad que por muchas razones podríamos estar seguros de que vivimos una crisis gigantesca; y aún así, entre la monstruosidad y la barbarie, creo que es preferible suponer que algo hay algo bueno que puede venir de todo esto, aun si resultara que no es así, que pensar de plano que todo está perdido, y por ello echar por la borda lo que queda de esperanza.