Siempre sentí que la soledad me acompañaba, que solo caminaba con la compañía de la soledad. Pero, hace poco, al preguntarme si estaba solo, fue demasiado tarde, ella me había abandonado. Cuando sentí su ausencia, fue porque ya se había ido, cuando alguien caminaba conmigo, no a mi lado. He comenzado a preguntar si estos compañeros son amigos, pero creo que es demasiado tarde, ya lo eran desde que la soledad me abandonó. Lo bueno para la soledad es que ella siempre está acompañada de alguien; lo bueno para mí es que estoy acompañado de ustedes.