“Navegamos en una vasta esfera, vagando siempre en incertidumbre,
empujados de extremo a extremo. Cuando creemos aferrarnos
a un punto cualquiera y quedamos en él, vacila y nos abandona”
B. P.
No saber. No saber qué querer, qué escribir, qué hacer, decir o a dónde ir. No poder dar razón de algo. No tener respuesta. Espacios en blanco. No, hoy no hablo de la horrible indecisión. Me refiero a no saber de veras, a no tener terreno, recursos ni camino alguno. Ese horrible sentimiento como de vacío infinito. Como sentir negro y más negro. Con pluma en mano y toda la hoja en blanco. Así, sin saber, me encuentro muchísimas veces. Después de leer y pensar un problema que parece no tener solución, como el del ser, la política o la comezón. Constantemente como en un abismo; así me sorprendo las más de las veces, más que sabiendo, no sabiendo ni entendiendo. ¡Qué horror!… Es que no miras bien. Fíjate bien–me dijeron una vez tal vez porque les caía bien- así estamos todos casi todo el tiempo. No es cosa de que seas especial, no es cosa de que sólo tú no seas muy lista, es cosa de que todos somos más o menos así. Hay, en realidad, más incertidumbre que certeza. Más ruido y niebla que claros horizontes. Muchos lo reniegan y no lo aceptan por orgullo o pedantería–me decían. Aunque yo creo, más bien, que es un miedo profundo a esas arenas movedizas, miedo a la fea incertidumbre. Terror indomable aunque quizá escondido, a eso que parece terrible vacío. Está feo no saber y no entender. No digo que haya que entregarse a la resignación, al silencio, al drama o llanto. No digo que nos quedemos sentados sin seguir pensando y buscando. Aunque reine la negación, y quizá por eso tanta ciencia, sé bien que esa búsqueda de certeza es para poder estar en el mundo más o menos bien. Digo sólo que tal vez, aunque no nos guste, somos más preguntas que respuestas. Tal vez el no saber y no entender, con todo y el miedo y desasosiego, es también condición del hombre. Somos algo así como los aforismos, tenemos olas de luz, horizontes y certezas, en un inmenso mar lleno de olvido y de azul profundo. La búsqueda incesante nos mueve en eso que llamamos mundo. No conocer, saber o comprender, es lo que permite la amarilla, casi innombrable y ya casi extinta admiración. Es mejor ir con más cuidado, no vaya a ser que esa pretensión de desocultar y saberlo todo, esa ciencia y más ciencia, nos haga creernos dioses. No vaya a ser que tantas ganas de certeza nos estén haciendo controlarlo todo. No vayamos a volvernos aburridos y, queriendo o sin querer, estemos matando a la sorpresa y al asombro.
PARA APUNTARLE BIEN: Esto es un cacho de la cuarta carta de Cartas a un joven poeta de Rilke. Lo pongo en inglés porque lo tengo en inglés no por groserota (pero también está en español):
“You are so young: you stand before beginnings. I would like to beg of you, dear friend, as well as I can, to have patience with everything that remains unsolved in your heart. Try to love the questions themselves, like locked rooms and like books written in a foreign language. Do not now look for the answers. They cannot now be given to you because you could not live them. It is a question of experiencing everything. At present you need to live the question.”
MISERERES: El conflicto por las camionetas detenidas –por lavado de dinero y tráfico de drogas- en Nicaragua no acaba. El Ministerio Público de ese país confirmó que las camionetas sí son de Televisa y que contaban con equipo profesional de la empresa. El MP de Nicaragua dice tener pruebas y gente que lo confirme (la misma gente de las camionetas), pero aún no dará a conocer tales declaraciones por seguridad de esas personas. Aquí la Procuraduría General de Justicia dijo que las camionetas no son propiedad de Televisa. Este es un artículo que salió en la semana sobre los cárteles de drogas. Está interesante: http://www.washingtonpost.com/world/national-security/us-cities-become-hubs-of-mexican-drug-cartels/2012/11/03/989e21e8-1e2b-11e2-9cd5-b55c38388962_story.html?hpid=z3. Y en Estados Unidos, Obama y Romney siguen empatadísimos. Y sobre la crisis en Europa, Merkel anunció que la crisis durará por lo menos 5 años más (aunque los economistas dicen que muchísimo más).