Gazmoñería #123

Dedicado a quien le quede el saco

Yo que quiero escribir algo y tú que no te me sales del pensamiento; y de escribirte mejor te recuerdo en mis brazos y me imagino tus colores, el perfume de los pezones que nunca me enseñaste y las ganas locas de beber de entre tus piernas, sorber de a poquito lo que escondes cuando te entrecruzas y la manía que tienes de encelarme en cada esquina, con cada transeúnte, tras cada semáforo, que en tus carreteras sólo me pones el rojo y me dejas pensando que tal vez el pendejo soy yo.

Gazmogno