El dolor se acaba y junto con ello este conjunto de memorias sobre nervios, ansias y dolores.
Poco interesantes para muchos, quizá curiosas para otros, en cierto modo necesarias para mí.
Todo se acomoda lentamente, y al mismo tiempo todo cambia, nada regresa a su estado original; y muchos de ahí se agarran para decir que todo cambia y nada permanece en el cambio; observación absurda cuando veo que a pesar de tanta revolución y de lo nuevo que llega sigo siendo una unidad que no se ha dividido en multiplicidades.
Maigo.
¡Pero sí! Bueno, eso es lo misterioso. Sigues siendo, indudablemente, unidad, pero de alguna manera te dividiste en multiplicidades. ¿Imposible? Pregúntale a la Santísima Trinidad.
Me gustaMe gusta