Botones

“There was a gay fiction among us that we were constantly enjoying ourselves,

 and a skeleton truth that we never did. To the best of my belief,

our case was in the last aspect a rather common one.»

Ch. D.

 Los botones quién sabe desde cuando existirán. Se dice que desde mucho antes de los griegos y Cristo existieran.  Quién sabe dónde nacieron, pero se hicieron muy famosos. Son conocidos por todos. En India, China, Roma, y hasta nuestros días llegaron. Hay muchos tipos, artículos y hasta museos del botón. Los hay de concha, madera, plástico o metal. Se usan en la ropa, para cerrar bien las aberturas o de adorno nada más. Prácticos y sencillos: basta sólo con tener un poco de delicadeza para meterlo en el respectivo ojal. Me gustan más que los cierres porque no se descomponen constantemente; con saber coserlos bien es más que suficiente. Y ya ni tanto; ahora cada vez más, los botones son de presión; ya no es necesario coserlos, ya ni tienen ojal. Basta sólo con pegar y presionar. Quizá más sencillo que abrocharlo, ha de ser apretarlo. Ahora que el botón es tan popular, lo que está de moda es apretar, darle click o pushar. Ahora nos la pasamos apretujando un montón de teclas y botones, no sólo los de la ropa. Los del control de la tele, para cambiar de canal, los de los videojuegos, la computadora o el celular. Ahora hasta para hacer guerras, para matar a un montón de personas, es suficiente con apretar. Ahí parece que está nuestra vida en la actualidad. En todo ese mundo virtual. Así, apretando botones, quisimos jugar, hacer novios, guerras y amistades. Ahora, parece que ya no sabemos jugar ni hacer nada más. Ahora ya (con las pantallas táctiles) hasta los botones y teclas son virtuales. Ahí, quizá, creemos tener los mil amigos, todos nos vemos más guapos y bonitos. Todo parece más fácil. Pero lo más fácil no siempre, casi nunca, es lo mejor. Ese mundo, en realidad, no sabe ni huele a nada. Ahí no se siente mucho nada (aunque las consecuencias son un montón). Ahí no está la verdad o la felicidad. Es ilusorio: por eso se llama virtual.

PARA APUNTARLE BIEN: «We saw a woman, in her own home, surrounded by her children, tacking the buttons on their stiff paper, for sale. There was not foil in this case between the stiff paper and the buttons, but a brilliant blue paper, which looked almost as well. This woman sews forty gross in a day. She could formerly, by excessive diligence, sew fifty or sixty gross; but forty is her number now—and a large number it is, considering that each button has to be picked up from the heap before her, ranged in its row, and tacked with two stitches. Here we had better stop, though we have not told half that might be related on the subject of buttons. It is wonderful, is it not? that on that small pivot turns the fortune of such multitudes of men, women, and children, in so many parts of the world; that such industry, and so many fine faculties, should be brought out and exercised by so small a thing as the Button” –Charles Dickens en “What there is in a button” (artículo publicado en su revista Household Words)

MISERERES: La revista Proceso dio a conocer el veredicto de investigadores estadounidenses respecto al olvidado caso de la muerte del entonces Secretario de Gobernación, Juan C. Mouriño. En ese entonces, el Presidente dijo que el accidente aéreo había sido causado por turbulencia y cosas así. Pero la empresa y los que investigaron dicen que nada tuvo que ver con eso. La duda y sospechas respecto a éste y otros “accidentes” (como el de Blake Mora) vuelven.  Por otro lado, ahora sí, el PRI propone aumento del IVA (16%) a alimentos. El sexenio pasado se opuso a la propuesta del PAN sobre lo mismo. Zaid escribió un artículo que habla sobre esto: http://letraslibres.com/blogs/articulos-recientes/lo-mejor-del-iva. Hablando de estos temas, economistas de todo el mundo ya volvieron a hablar, predecir o aceptar la nueva y profunda desaceleración (económica) que se acerca –casi como la del 2009. Estados Unidos se desacelera porque la Unión Europea está igual, y esto, dicen, repercutirá fuerte en México.