La principal elección para un hombre de bien, es decidir vivir como piensa y no pensar como vive; y la diferencia entre una y otra es que, eligiendo así, el último de sus días podrá decir: «he cumplido todo lo que me has encomendado»
"Una docena de años viendo cómo se parten por docenas otras cosas en el mundo"
La principal elección para un hombre de bien, es decidir vivir como piensa y no pensar como vive; y la diferencia entre una y otra es que, eligiendo así, el último de sus días podrá decir: «he cumplido todo lo que me has encomendado»