Adivinanza Invernal

Lo vivo sin vivirlo y lo miro a ojos cerrados,

si todo está callado lo escucho más atento,

y sus labores nunca me cansan ni un momento

por más que siendo mío, actúe descontrolado.

Hoy puede ser pesado, mañana lo contrario,

pero es dichoso el grave, y triste es el liviano.

Lo puede mudar todo y nunca estar lejano,

y hacer lo preocupante volverse secundario.

Su frágil material se rompe casi diario,

mas nunca podré asirlo, ni en voz ni con la mano.