Para una sociedad productiva no hay nada peor que dormir, sólo los perezosos y faltos de ambiciones duermen. Ahí, quienes no tienen ingenio son incapaces de aprovechar los grandes avances de la tecnología; de modo que, no ven cómo hacer de la noche una pobre imitación del día, ni saben cómo romper el silencio que gobierna en las sombras y que se adentra en el pecho. En una sociedad productiva dormir o estar en silencio es algo peor que la muerte misma, lo importante es estar siempre en vigilia, siempre hablando y siempre haciendo algo que dé muestra clara de nuestro paso por el mundo.
Creo que soy floja en medio de una sociedad productiva, me gusta el silencio nocturno, y a veces duermo después de contemplar en silencio la belleza de un cielo tachonado de estrellas. No estoy en contra de la vigilia, pero creo que ésta se debe prolongar sólo cuando el asunto lo amerita y no nada más para atender a deseos mezquinos que lleven al hombre a una cadena de producción interminable, la cual por ser cadena le impide detenerse en medio de la noche para ver el brillo de la luna llena o la belleza de un amanecer largamente esperado.
Estar en vigilia es hermoso cuando de estar despiertos depende el ser o salvación del alma o todo lo que nos hace dejar de movernos y detenernos en silencio antes de cruzar una puerta, pero la buena vigilia exige del hombre el cansancio sin lamentos que la vida productiva no es capaz de brindar. Quien mucho produce, mucho se queja y más necesita por lo que no puede detenerse ni para dormir. En el seno de una sociedad productiva dormir es algo nefasto, pero, la vigilia de un buen vigilante pretende proteger lo que es mejor que él y no exige de ninguna manera que la noche se convierta en una mala imitación del día, o que el silencio nocturno sea profanado con ruidos ajenos y carentes de sentido.
Para una buena sociedad productiva dormir es un estorbo, mientras que para la vida que gusta de observar el cielo, dormir es una necesidad que sólo puede vencer la esperanza que trae consigo el amanecer de un nuevo día.
Buenas noches…
Maigo