Confesión
Hora de mi corazón:
la hora de una esperanza
y una desesperación.
Antonio Machado
Tu recuerdo son las lágrimas que no secan.
Námaste Heptákis
Coletilla. “Allí donde el fundamento de toda la realidad nos mira silenciosamente, donde nos reclaman las situaciones inevitables e ineludibles de la responsabilidad, donde se trabaja fielmente sin esperar recompensa, donde el amor es experimentado como algo inefable, donde consciente y tranquilamente se deja entrar a la muerte en medio de la existencia, donde la alegría ya no tiene nombre, allí está Dios”. Karl Rahner