Trisomnes

¿Será que estamos soñando? Las personas se ven difusas, las siluetas perdidas como a través de gruesas películas de vidrio opaco, las voces amordazadas. ¿Podrá ser que si despertáramos sabríamos de la embriaguez que nos sumió por el cansancio de la noche? Los nuestros, los más queridos, se ven pequeños y actuamos pequeñas acciones por ellos. Casi ni los notamos, sus nombres escapan por abajo de la puerta y a veces confundimos sus rasgos. A veces parecen monstruosos. A veces los devoramos nosotros. Como en un sueño, diario nos inventamos, somos nuevos, y con el cambio queremos desraizarnos los deseos que ayer nos acercaban a quien quisimos en otro tiempo con el corazón preñado de alegría. Pero parece que otro tiempo fue otra vida, una platicada, o conocida desde siempre por los amarillentos libros, nunca una vivida. ¿Será que estamos soñando? Como en un sueño nuestros propios miembros se ven lejanos y torpes cuando se mueven, como los reflejos que tiran de los palos de una marioneta hacia los lados desde las hábiles flexiones del titiritero; pero al mismo tiempo inmensos, tan grandes que no alcanza un vistazo a beberlos por entero, no alcanzaría un tintero para describirlos a lo largo. Y así nos lanzamos con la piel anestesiada y los bestiales ojos entrecerrados hacia todos los manjares, todos los placeres, sin detenernos al impacto como cuerpos siderales gigantescos expulsados con velocidad infame desde el centro más frío del mundo. Nos dejamos recubrir de mieles como si no pudiéramos sentirlas, como el insecto que desciende lentamente a las entrañas de una planta brillante y deliciosa. Como en un sueño, frenéticos bramamos más que hablar, babeamos. Afiebrados miramos sobre nuestros hombros todo, todo siempre de reojo, y contamos de nuevo y contamos otra vez lo que perdemos de vista apenas terminamos el conteo. Nunca estamos quietos ni dejamos de temblar, girando para verlo todo y recordarlo y olvidarlo todo. Volvemos a empezar, tristísimos Sísifos de la ansiedad y el recelo. ¿Por qué todas las caras se ven tan inhumanas, por qué todas las voces tienen bajos gorgoteos, por qué los pasos toscos arrastran tanto peso? ¿Será que estamos soñando, que éste es un sueño en el que nos hemos olvidado de lo que hemos olvidado?