Subterfugios
Ya otros lo han hecho. No es nueva su hazaña. Lo que impresiona de su trabajo es lo bien ejecutado, la perfección que nos mostró. Pudo haber sido mejor si su perfección no se hubiera reducido a lo técnico, a lo práctico de la inmediatez. Es cierto que como todo hombre autónomo su obra le dio libertad. Además, para no enajenarse de la comunidad, contó con un gran equipo, –amén de que la voluntad de los otros quisiera actuar sin miedo. Así, palmo a palmo, consiguió su huida.
Los especialistas están asombrados por tan exquisita obra de ingeniería. Construyó, sin que nadie se diera cuenta, su propia forma de evadir la ley, de no seguir justificando sus actos. Pero, como dije, no es el único, ya otros lo han hecho. En todos lados se trata de buscar las fisuras que ofrezcan las indefinidas leyes, los puntos ciegos. Y es que, como me dijo un trabajador del gobierno, hay que buscarle por donde se pueda salir de esta miseria, ¿no?… Porque si alguien le preguntara, ¿Por qué te escapaste de ahí?, una posible respuesta sería: Porque tengo negocios que atender. ¿Qué clase de negocios?, con una sonrisa hiriente nos respondería, y otros especialistas se asombrarían.
Él ya terminó, y ahora es el más buscado, pero estamos a punto de ver cómo escavan sus propios túneles los responsables de su cuidado. Quizás no debamos esperar un gran despliegue de ingeniería, o de argucias, éstos son amateurs comparándolos con él. Tal vez sólo emprendan la nada grácil huida, pues qué de ligero tiene esto para el que se queda con el problema. El que se va lo olvida todo, el que se queda le pesa el recuerdo, como a los padres de los cuarenta y tres. Esperemos que si se quedan no usen aquel pretexto de “ya me cansé”, cuando se vean instigados por las preguntas.
Lo único que espero es que aun podamos caminar por las calles con la poca seguridad que nos quedaba, sino, ya que ellos están en las calles, gracias a los pasillos subterráneos que usaron para salir, nosotros tendremos que usar los subterfugios para vivir, pero así, nuestros actos (carentes de responsabilidad) ya no serán dignos de respeto. Podríamos preguntar todavía, ¿por qué callejas andamos y andaremos?
Javel