Estimado lector:
En estos tiempos de paz, profunda reflexión, a veces convivencia, las más de las ocasiones aislamiento y aburrimiento, he decidido escribir sobre algunos asuntos que te atañen de cerca (disculpa por hablarte de “tú”, pero actualmente a casi nadie le gusta ser tratado de “usted”). Tengo el firme propósito (como los del ritual de las uvas) de escribirte mejores entradas para el año venidero, con más agudeza, orden argumental, forma, creatividad y humor; soy consciente de mis flaquezas, pero por eso estoy decidido a enmendarlas para el bien de los dos. También he notado que mis experimentos literarios no te son del todo agradables (a mí muchas veces tampoco me convencen del todo), pero de lo que sí estoy convencido es de poder encontrar nuevos caminos explicativos o reflexivos mediante dichos experimentos; con un poco de suerte, tú, atento lector, podrás llegar más lejos que yo por las mismas vías.
Lamentablemente no conozco a todos mis lectores (todavía me resulta más triste saber que con algunos no podré platicar y ni siquiera estrechar su mano), lo cual no cancela un posible entendimiento entre sus ideas y las mías o que mis frases les sean benéficas en algún sentido; incluso me alegra leer líneas repletas de movimiento, aquellas que me provocan muchas reflexiones, me hacen saltar muy alto sin alejarme de mi entorno. Personas de otras tierras, con experiencias distintas a las mías, me han ayudado a entender mejor mi realidad. Soy de la opinión de que no hay opiniones infinitas; hay asuntos complejos, de los cuales mucho se puede decir, pero no todo es pertinente para tratarlos.
Espero, desocupado lector, hayas encontrado en mis líneas y en las de mis compañeros buenas imágenes, excelentes preguntas, frases frescas, ocurrencias de toda índole, etc. El siguiente año, el siguiente al siguiente y así sucesivamente (si es que no ocurre una catástrofe como las mostradas en las series o en las películas), habrá muchas más letras. Creo que con todo lo dicho en la presente, así como en textos anteriores, queda claro por qué y para qué escribo, así como la importancia que tú tienes en mis escritos.
Quedo a su entera disposición para resolver sus dudas relativas a mis entradas o para cualquier comentario que pudieran suscitar las mismas,
Atentamente,
Yaddir
P.S. Te deseo un feliz año, es decir, con muchas lecturas por delante.