Me gustan tus ojos cuando lees
Me gustan tus ojos cuando lees
porque brillan solemnes
como las palabras
que tocas.
Comienzas todo
con una reverencia
de pestañas y de párpados.
Tu nariz, armoniosamente perfilada
con los libros que son donosos, lleva
el ritmo de la vida que aún no nace.
No, no mires por encima de la página,
el mundo ahí sigue. Confía. Entiende.
Es tu voz con la que alumbras las palabras
que te hablan.
Artífice de luz y de sonido
vas labrando tu escultura,
que cada día más serena
más justa, va mostrando
esos tus ojos que me gustan
cuando tomas la lectura.
Javel
¡Qué cosa tan bonita, Javel!
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