Lo mismo
¡Qué extraño es lo mismo!
Descubrir lo mismo.
Llegar a lo mismo.
G. Zaid
-A las cuatro de la tarde, en el café de siempre, con las mismas palabras, para hablar de lo mismo: es un grupo de amigos, ya viejos, que devotamente siguen su ritual consabido. Nadie dice algo nuevo, siempre es sobre lo mismo. Tal persona comienza a hablar de tal asunto, esta otra le replica, luego se intenta cambiar de tema a otro más fructífero –que siempre es el mismo-, pero que nunca es posible establecer bien, -habrá que repensarlo más, se dicen. Siempre hay muchas risas, -cosa extraña.
-¿Cómo es posible que se puedan reír siempre de lo mismo? ¿Y son siempre las mismas personas?
-Sí.
-¿No tendrán algo nuevo que contarse, que preguntarse?
-Pues sí, pero siempre llegan a lo mismo.
-¿Y no festejan algo, no se ayudan en apuros?
-Te digo que sí, pero siempre es sobre lo mismo.
-Pues eso sí que es algo extraño, quizá encontraron algo bueno en lo mismo por lo que siguen reuniéndose. A mí en lo particular me gusta saber de lo nuevo que hay en la vida de los demás o de lo que les pasó hace mucho, pero no sabría cómo relacionarlo con lo mismo.
-No, yo no creo que hagan aglomeraciones o mezcolanza de lo nuevo con lo mismo. Más bien creo que siempre van buscando lo mismo, y que se ayudan a buscar lo mismo, creo que por eso no se aburren de lo mismo.
-Pero ¿qué será ese maldito mismo?
-No sé, habrá que replantear mejor la cuestión.
-¿Otra vez de lo mismo?
-Sí.
-¿Tú cómo te enteraste de todo eso?
-Por casualidad un día los escuché y hablaban de «lo mismo».
Javel