Los noctívagos disfrutan de la noche, porque algo tiene de serena y de tranquila. Sin embargo; andan a tientas, entre sombras y penumbras engañosas, lo que parece ser no es y lo que es no aparece a sus sentidos.
Cual habitantes de una caverna se deslumbran ante los pequeños destellos de luz que provienen del exterior, en su caso esos destellos son las estrellas visibles cuando hay luna nueva.
Los noctívagos algo tienen de melancólicos porque viven en la oscuridad de la noche y al mismo tiempo anhelan la claridad del día. En sus almas; en nuestras almas, deseamos saber la diferencia entre el bien y el mal, pero nuestros ojos no siempre soportan la poca luz que nos da el reflejo de lo bueno y nos hundimos nuevamente en las tinieblas del bosque tenebroso del pecado.
Maigo