Antes de hablar sobre la vida de Alí Chumacero hay que hablar sobre lo más significativo de su vida: la poesía. Antes de decir si su producción poética fue poca y problemática, hay que precisar la calidad de sus poemas. Pero si su calidad es notoria, no podemos pretender hablar de todos sus poemas con precisión en pocas palabras. Antes de eso, mucho antes, debemos ver uno de sus poemas más significativos: Poema de amorosa raíz.
La totalidad, lo que cubre el cielo, la luna que nos ilumina amablemente, el viento que nos viste y las estrellas que nos embellecen la vista son parte de algo mucho más importante; antes de eso y de la inteligencia y de la ignorancia, del suelo que nos sostiene y que pisamos y aún antes que los acompañantes del mundo resguardados en el mundo mismo. Mucho antes que la integencia, inclusive que la Inteligencia más Alta; antes que la belleza, que la necesidad de supervivencia, que la más grande invención humana llamado «yo» que justifica cualquier cosa que no sea yo (es decir, antes de la falsa autosuficiencia que nos obliga a maltratar racionalmente a nuestros semejantes), dice Alí Chumacero, ya era aquello desinteresado, aquello que no se puede dar a medias: ya era el amor.
Yaddir