Cuando el ángel saludó a María, no sólo le anunció la llegada del mesías y con ello el cumplimiento de una promesa, la promesa de la salvación. También le dijo que esa gracia se debía a la presencia de Dios en su vida, presencia que se hace notoria en el prójimo y en la disposición a servirlo.
Sólo quien vive en gracia siente la alegría del servicio a pesar de los displaceres que éste pudiera traer consigo, porque placer no es alegría, así como dolor en la mortificación tampoco es gracia, pues quien sirve con amor lo hace con el gozo de saber que Dios está en su corazón.
Maigo.
Añadido: Inician las vacaciones y los maestros no dejan su labor como tales, por ello comparto una bella oración que no sólo pide, sino que también inspira a los maestros a servir como el Divino Maestro ha servido, he de agradecer a quien me compartió tan bella solicitud hacia Dios.
Señor, tú que eres
el único y verdadero maestro
concédeme la gracia de ser,
a ejemplo tuyo, maestro para mis alumnos.Haz que yo sepa, con mi vida,
educarlos en la libertad
y, con mi sabiduría, capacitarlos
para un auténtico compromiso
hacia los demás.
Haz que yo sea capaz de hablarles de ti
y enseñarles a hablar contigo.
Que ellos se den cuenta de que son amados
y de que yo sólo busco su verdadero bien.
Haz que mi amistad contigo sea la fuente
de mi amistad con ellos.
Jesús maestro, gracias por haberme llamado
a tu misma misión.
Que mi docencia sea un reflejo de la tuya.
Amén.