Al ver el dolor en la mirada de tu compañera sufro con ella la ausencia de tu partida, sus lágrimas me dicen cuan bueno eras y su sonrisa al recordarte me indica que fuiste parte de su alegría.
Al ver los ojos de quien por ti llora, veo la esperanza de que llevaste una buena vida, que no sólo fuiste amable, sino que trasladaste las barreras que sólo se rompen cuando en una compañera encuentras una buena amiga.
Al ver el rostro de quien te quisiera tanto, veo la esperanza de llevar una buena vida, no para sembrar recuerdos o lágrimas en los rostros, sino para dejar en ellos la dulzura de una apacible sonrisa.
Descansa en paz y que tu compañera y amiga se queda algo triste, pero en Dios confía.
Maigo.