Amor al cambio

Las revoluciones no cambian al mundo, porque se limitan a cambiar a los sistemas, procuran abolir lo que siempre ha existido y cuando mucho cambian a los actores que se trepan a un viejo escenario para representar un mismo papel.

Las reformas tampoco funcionan, porque con dolor en el corazón cambian lo visible con la intensión de que se acepte mejor lo invisible, y renuncian a lo que se puede hacer bajo la luz del sol, sin importar que bajo esa luz brilla lo que se canta en la plaza pública como las buenas obras que se hacen sólo para los ojos del Creador.

Para cambiar al mundo no bastan revoluciones que regresen todo a un mismo punto inicial, o reformas que cambien las cosas desde lo que es externamente visible, para cambiar al mundo es necesario algo más difícil y profundo, hace falta la conversión que mueve al hombre hacia el amor al prójimo y por tanto al deseo de servirlo como a imagen de Dios que es.

 

Maigo.