Tejido Fino

Poca gente sabe que el perezoso sastre que llevaba ya tres noches sin dormir confeccionando el más esplendoroso traje jamás creado con la finalidad de complacer a su emperador; se dio por vencido cuando no pudo unir los diamantes a las ágatas, tal como el gobernador lo había ordenado. Estaba seguro que era imposible, después de esos tres días de arduo trabajo, así que decidió devolverle la broma: le confeccionó (con palabras) el traje más espectacular que nadie podrá ver jamás.