Sobre los bienes y males y nuestra percepción de ellos III

Uno de los peores males que nos imaginamos, como personas que nos gusta la comodidad, es el encontrarnos sin un centavo. El dinero y su obtención es una de las principales actividades humanas. Lejos está de ser la mejor actividad humana, pues los ricos no necesariamente son buenas personas. Ya no importa cómo se obtenga el dinero, sino obtenerlo, por eso el narcotráfico es una actividad que nunca se acabará, pues es un negocio efectivo. Aunque como se puede ver con el narcotráfico, así como con la corrupción, es que resulta más difícil cuidar el dinero que obtenerlo. ¿De cuántas intrigas, complots, y traiciones no tienen que estarse cuidando las personas adineradas?, ¿pueden saber cuándo su hombre de confianza los va a traicionar? Resulta mayor tormento tener dinero que carecer de el.

El problema no se resuelve si se procuran las leyes necesarias para cuidar del dinero, pues los mayores delincuentes siempre encuentran el modo de volver legal el robo. Más bien se debe pensar cuál es la finalidad para la que se obtiene el dinero. Si se trata de vivir bien, es mejor hacerse con el dinero suficiente para alimento y vestido, sin que aquél vuelva demasiado avaro a quien lo obtiene. Aunque algunos piensen que es bueno acumular, tener un ahorro, ante alguna situación que esté en las vaporosas manos de la fortuna, parece que nunca sabremos qué tan mal o qué tan bien puede tratarnos aquella jovenzuela. Lo que no soluciona el problema, pues ante la fortuna, aceptando que es totalmente caprichosa y siempre estamos en sus manos, no podemos hacer nada. En la tercera parte del complejo ensayo XIV, Michel de Montaigne sugiere que no hay que preocuparse por la fortuna, pues el mal no lo provoca la mala fortuna, sino el constante temor que se le tiene. Aunque haya mala fortuna, se puede colegir de la segunda parte del ensayo, lo importante es enfrentarse con valentía a sus inconstantes dictámenes. Al dolor se le enfrenta con ánimo de hierro. Cómo pensemos que se debe enfrentarse a la fortuna, nos ayuda a entender cuál es nuestra idea del mejor modo de vida.

Según lo que nos dice Montaigne sobre la fortuna, pensamos que podría ser un digno heredero de las heroicas ideas del imperio romano. Pero en el ensayo XV cuestiona la valentía y se decanta por la prudencia; de tal modo que parecería que su idea de la prudencia es cobardía, pues señala que no debería defenderse una plaza pública si se está en tremenda desventaja. Incluso aprueba que se castigue a ese tipo de temerarios. Coriolano hubiera sido castigado, pese a su triunfo, según la idea de Montaigne. El francés no es un estoico cualquiera. Nos hace pensar complejamente la pregunta central de la filosofía: ¿cuál es el mejor modo de vida?

Yaddir

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