Hombres felices

La pregunta que atormenta al hombre en todo tiempo y lugar es si lo que hace es bueno y sirve para la felicidad, si la felicidad es un camino y si hay receta para andar, conforme vive ve que no hay camino y que recetas tampoco habrá.Según algunos sensatos pensadores la felicidad no se busca o se construye, no existe un camino progresivo que conduzca hacia una meta final en la que todo sea sonrisas y ausencia de preocupaciones. La felicidad es un hábito porque nos habituamos a hacer lo que nos hace felices, o por el contrario nos habituamos a hacer lo que nunca nos gusta porque lo vemos como algo necesario.

Para ver qué tan cierto es lo que dicen debemos pensar en lo que hacemos y en lo que dicen, ya que puede ser el caso que hablemos de felicidad porque nosotros mismos no somos felices, o que creamos lo que nos dicen porque no hemos pensado con paciencia en lo que deseamos cuando queremos ser felices en la vida.

Una constante entre las reflexiones sobre la felicidad es que pocos son aquellos que son felices, porque pocos dejan de ver a la felicidad como algo que llegará o que se ha perdido al dejar de lado al paraíso y es que pocos son los que efectivamente se dedican a hacer lo que más quieren, porque pocos saben lo que quieren debido a que ni siquera se detienen a pensarlo.

Aristóteles señala que es importante pensar si conviene o no dedicarse a la vida filosófica, que es la más feliz de todas, aun si hacerlo ya es filosofar, otros niegan que se deba pensar esto porque impide al hombre avanzar y al detenerlo lo deja lejos del progreso, aunque al progresar más alejen al hombre de la felicidad.

También están los que encuentran la felicidad en el servicio, ya que al servir a los otros es posible dejar de lado la cerrazón del egoísmo, pero servir apropiadamente también nos exige pensar, porque muchas veces por pretender evitar grandes males para los otros los dejamos indefensos ante perjuicios peores, y en lugar de hacerles bien les hacemos mucho mal.

Y no falta en el discurso quien considere que la felicidad se obtiene al tener bienes ajenos, e incluso quien diga que eso no existe en realidad.

Las posturas son variadas, como variadas son las ideas en torno al bien y en torno al mal, pero lo que es bueno para el hombre no es relativo, como tampoco lo es el hecho de sentirse feliz o sentirse mal.

Maigo.

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