Allí viene la pobre y cansada bestia con toneladas de carne extranjera en su lomo. Viene siempre por la misma ruta, con su estruendoso paso de metal hace cimbrar la tierra que pisa y los países que visita. Lleva años así, su cuerpo no conoce el descanso y su futuro se oscurece más que el petroleo. ¡Qué cansada se ve la bestia! ¡Quién diría que llega a diario a la misma estación con una puntualidad impecable! ¡Quién diría que lleva en sus espaldas, sueños de una vida mejor!