Mentirillas

Son pocos los que lo han podido corroborar con su mirada, porque son escasos los que han tenido la experiencia de haber visto a la cara al fantasma de un niño a medio día. Sin embargo, todos y cada uno de ellos han reportado que después de que la luz del sol atraviesa la translúcida figura de esta alma en pena, ésta se convierte de inmediato en una nube de talco que cae con fuerza al suelo, dejando atrás un aroma muy grato y un chillido horripilante.