El vendaval (otros tres intentos)
El pasado lunes en este mismo blog, mi amigo Cantumimbra presentó tres versiones de su poema “El vendaval”. Hoy presento tres intentos más del mismo poema. No puedo llamarle revisitaciones, pero les diré rediversiones. ¿Alguien más se anima a vendavalizar?
Versión 4: lira
Arrastrando despojos,
deshilando en lágrimas la voz;
anublando los ojos
el vendaval nos inunda atroz:
es la crueldad que reina a sovoz.
Versión 5: haiku
Tras la matanza
nuestra voz torturada
yace en el polvo
Versión 6: copla infantil (para niños crueles)
El vendaval sin rostro
que viene por ahí,
la voz tendrá por costo
y nadie podrá reír.
Námaste Heptákis
Estantería. 1. El novelista Rafael Pérez Gay, en compañía de Gutiérrez Nájera, nos enseña a ver a las lluvias torrenciales en su relación con la humildad. 2. Reconocer los rasgos velados del alma del amigo cuando revisamos los libros que dejó tras su muerte, conocer al otro en otro tiempo, continuar la amistad en otra vida. Hay que leer «Los libros de mi amigo» del poeta David Huerta. 3. Para el poeta e historiador Tomás Calvillo vivimos «el reino de la desnuda violencia como fuente de poder económico y político».
Coletilla. Leo con gusto una reseña de la obra «Herodes Hoy». Es la puesta en escena de la obra «H» de Richard Viqueira, incluida en Tragedias Tempranas [Tierra Adentro, 2007]. Parecen buenas noticias que se monte teatro contemporáneo, que los jóvenes vean teatro contemporáneo y que lo reseñen en su sitio.