La rana en los extremos de la memoria

La rana en los extremos de la memoria

 

 

Afasia

¡Oh, memoria inocente que partes el pasado en brincos

para dar de comer animosa al presente!

Ahora te disuelves en el amargo trago de un

zarpazo enfermo, haciendo lodo

al hombre que es de barro.

Te vistes de arcilla para confundir la mano

con el devenir.

Parábola de una rana proyectil

que se va derritiendo hasta hacerse agua.

No existe el brinco, no existe el agua.

No existe rana.

Porque tu ayer agua dulce,

que dibujaba dirección a la mano, hoy es pantano,

quizás niebla en que la sombra hombre

empuja de regreso a la rana para deshojarla

en apenas un chasquido de voz.

Oscuridad y silencio: un brinco eterno

que devora su nombre.

 

 

 

Cascada inmutable

El agua que fluye se estanca para la rana siempre presente

Hoy es ayer en un brinco infinito

[infinito

Un espejo es el muro claro del agua

La actualidad se transmuta en exceso

 

La rana penetra en cada lance atómico

El silencio y el ruido son una mano que aplasta

 

 

La rana es un beso un vidrio una piedra

El lago es una pestaña cerrada abierta

[muerta

 

Ser hombre es ser rana que brinca caminando

La noche es una claridad cuyas uvas son el futuro

 

Vino torrencial que parte la razón en un brinco plural

Una rana paquidérmica convierte el chapuzón en diluvio

 

 

Nada jamás muere fugitivo antes mis ojos que son dedos

Cada palabra es un clavo que se hunde quemando

                                   [croando

 

Tacitus