Cada vez que yo veía a Jonás, me decía con ojeras que no había podido dormir porque los duendes se lo querían llevar. Según él, los veía por las madrugadas jugar a los pies de la cama entre ellos. Brincaban, corrían uno detrás del otro y cuando se daban cuenta de que el pobre hombre los estaba mirando, le hacían una seña con la mano invitándolo a unírseles. Hace ya seis meses que no veo a Jonás, y aunque los demás creen que se lo llevaron los duendes. yo pienso que se mudó sin avisarnos. Después de todo, ¿a dónde se llevan los duendes a las personas?