Hace cinco años terminaron las diarias contracciones, la preocupación del momento se ha fortalecido, el cansancio ha crecido bastante y la esperanza se ha arraigado en mi ánimo y se ha estado alimentado cada día.
Lo más demandante que he hecho en mi vida, ha dado sentido a lo que antes mi atención requería. La pregunta por lo bueno me interroga día a día, con cada pasito, con cada palabra y con cada decisión que se va tomando en nombre de aquella por quien desvelo mis ojos para cuidar su sueño.
Hace cinco años se acabaron las diarias contracciones y apenas comienzo con los diarios desvelos.
Valió la pena esperar y sigue la esperanza alimentando la paciente espera por lo que florecerá luego.
Maigo
El cansancio irá pasando. Después vendrán más cosas, esto nunca termina jajaja. Pero siempre merece la pena.
Besos y bonito post
Me gustaMe gusta
Muchas gracias
Me gustaLe gusta a 1 persona