El mito de los versos
y los versos de la fábula
Creo que hemos sido muy afortunados por extraviar las versificaciones socráticas de Esopo; quizá la más pequeña pérdida y la ganancia más grande. Si el Fedón es una fábula, su moraleja probablemente sería que tarde o temprano los grandes hombres reciben un llamado y que en correspondencia con él escriben. La respuesta al llamado, podría añadirse, es también una asunción histórica: el pensamiento se concreta en la escritura como la piedad abre mundo en la materialidad del templo. La correspondencia al llamado, quiere decirse, es histórica. Y cuando por estas razones se anda, no falta quien nos recuerde que “poéticamente habita el hombre”: la historia y el mundo, el acontecimiento del pensar. Si el Fedón es una fábula… claro, si Platón fuese un moralista, el Bien unas uvas verdes y Sócrates una zorra… La gran fortuna de la pérdida, en cambio, es lo que nos permite pensar al Fedón como un mito. Específicamente pienso en el Fedón como el mito de la perseverancia del pensar. De tener las fábulas terminaría pronto cualquier reflexión sobre el socratismo y el problema de Sócrates sería sólo un tópico filológico. De tener las fábulas, los Simias y los Cebes podrían elegir entre doctrinas y no habría necesidad alguna de salvar el lógos. De tener las fábulas probablemente no hubiese nadie exento de considerar a los Diálogos como intentos fracasados. No teniéndolos, podemos debatirnos sobre si el Fedón es una fábula o un mito. Como mito de la perseverancia del pensamiento no es seguro que el filósofo asuma la historia o considere al preguntar como piedad del pensar. Como mito de la perseverancia del pensamiento el filósofo estaría en problema constante con la historia: no puede habitar en la polis sin cuestionar su ethos, no puede aceptar los juicios sumarios de los ciudadanos sin preguntarse por lo justo, no puede estar a la altura de la historia quien ni siquiera conoce su propia altura –medida en pulgas, evidentemente-. A más del problema de la temporalidad del pensar, la intemporalidad de la idea y la eternidad de la sophía. Como mito de la perseverancia del pensamiento, es decir, como imagen de la autognosis, imposible sería que el filósofo asuma al preguntar como la piedad del pensar, antes bien se cuestionaría su piedad, intentaría defenderla públicamente y quizá descubriría en ello un nuevo mito: ¿cómo podría ser un llamado el minotauro?, “¿qué significa la presencia del dios Asclepio en Atenas?”, ¿la fábula de la moralidad de la muerte o el mito de la perseverancia del pensar?: el problema que es Sócrates.
Námaste Heptákis
Escenas del terruño. 1. Fernando García Ramírez presenta las notas de los diarios locales de Tabasco correspondientes al 8 de junio de 1969 en que se da cuenta de la muerte de José Ramón López Obrador. El acta ministerial del asunto, por cierto, desapareció en el periodo de gobierno de Enrique González Pedrero, periodo en que Andrés Manuel López Obrador era priista y connotado colaborador del gobernador. 2. Se equivocan quienes (como Julio Hernández en La Jornada o Hugo Corzo en El Heraldo de México) ven en la primera resolución de las dos sucesiones de la CDMX una continuidad peñista-eruvielista. La apuesta eruvielista tenía que ver con el apoyo ecatepequense (véase la relación entre Eruviel Ávila y Onésimo Cepeda en el perfil del primero realizado por Humberto Padgett en Los suspirantes 2018), la del actual gobernador del EdoMex y su equipo (que comenté la semana pasada) estaba relacionada con Francisco Javier Chavolla, a quien el mismo día de la sucesión pusieron cuña: Maximino Martínez. A mi juicio, la decisión de Francisco busca una independencia política antes de la otra sucesión: los que se adelantaron enviando señales se equivocaron, quienes las leen tras la decisión caen en cuenta de su error. Francisco jugó muy bien sus cartas. 3. Con la excepción de Federico Arreola, nulo fue el apoyo a José Luis Camacho Acevedo ante las amenazas de un funcionario de la Segob. Claro, como el amenazante ahora es antiteleviso, los políticamente correctos voltearon a otro lado. Ya sabe, ya lo he dicho: la indignación es selectiva. 4. La izquierda unamita ya está en las preposadas, ¿o cómo explicar que nadie proteste porque la UNAM vaya a titular a los diputados sin examen de ingreso y sólo por ser diputados?
Coletilla. Christopher Domínguez Michael presentó una reflexión interesante a partir de las ideas de la novelista japonesa Minae Mizumura. Acusado de europeizante, clasista y misógino por los políticamente correctos, nuestro crítico responde con decencia, inteligencia y valentía.