Sobre la educación de los hijos

Me pregunto en qué momento las parejas cuando piensan tener hijos, o están a punto de tenerlos, se preocupan por su educación. Supongo que debería ser su primera preocupación, aunque de no serla ¿eso qué nos dice de los padres? Si su primera preocupación no es la relativa a la educación, ¿eso quiere decir que la educación que intentarán brindarle será deficiente?  Antes de preocuparse por la enseñanza que recibirán sus hijos, ¿los futuros padres se preocuparon lo suficiente por su propia educación y, más importante aún, por el modo en el que su propio aprendizaje incidiría en sus hijos?, ¿qué tan a menudo nos olvidamos de la importancia de cómo nos educamos para vivir bien?

Quizá un padre preocupado por la educación deba preguntarse, ¿para qué nos educamos? Pues si finalmente lo que se aprende es una herramienta con la cual se consigue dinero, la pregunta, y la educación, no son tan importantes. Pero decir que sólo se trabaja para conseguir dinero es una respuesta incompleta, porque el dinero se utiliza para otras cosas, para conseguir cosas. ¿Por qué conseguimos cosas? Un pensador alemán dijo que porque las deseamos, por eso el dinero es el objeto de objetos. A esto se le podría añadir que deseamos de maneras diferentes, por ello nuestra relación con los objetos es diversa; asimismo, el deseo puede ser bien conducido o mal conducido. Por ello el dinero, al ser el objeto de objetos, no es malo. Si la educación es un objeto, quizá pueda ser bien usada. ¿Hay que enseñarles a los hijos cómo usar adecuadamente la educación? Pero es erróneo pensar en la educación como un objeto, pues la educación incide directamente en el modo en el que actuamos. Pensar a la educación como un objeto quizá lleve en última instancia a objetualizarnos.

Una condesa le preguntó a un pensador francés, luego de que éste escribiera sobre los profesores, acerca de la educación de los hijos. La condesa estaba embarazada, así que al leer el escrito del francés quizá le vino la preocupación sobre la educación de su hijo. La primera referencia que hace el referido pensador de la particular petición es que el hijo de la mujer noble será varón, con lo cual nos muestra claramente que así como ella no puede saber ni controlar el género de su hijo, tampoco sabrá si tendrá las capacidades suficientes para educarse y aquello que le convendrá aprender. ¿Depende de los padres que sus hijos sean buenos?, ¿ellos tendrán mayor influencia que sus otros educadores para hacerlos personas justas? ¿Un mal padre podrá educar bien a sus hijos?

Yaddir