María siendo digna hija de Dios se asumió como una esclava,
siendo reina del cielo se dedicó a pedir posada,
siendo madre del salvador, se convirtió en madre de pecadores,
y siendo consuelo dejó que una espada le atravesara el corazón.
María entiende de dolores, de abandonos y sin sabores, entendió lo que es el frío y calentó una cueva con el amor que sintió hacia un pequeño niño.
Nosotros, en cambio, siendo esclavos nos asumimos como reyes,
negándonos a la salvación, nos preferimos pecadores
y evitando espadas buscamos que nos atraviesen el corazón.
Nosotros, no entendemos de dolores, nos abandonamos a nuestros propios dolores, sentimos frío sin entenderlo y somos incapaces de calentar cuevas con amor.
Maigo