El hecho literario

El hecho literario

 

No todo texto autobiográfico es un texto literario. Ni todo texto literario trasluce necesariamente episodios autobiográficos. La vida de un literato no se filtra inclemente en la obra, ni la conforma forzosamente, ni la orienta agazapada. La obra autobiográfica se nutre desde el hecho literario. El literato compone la obra creando literariamente su vida. Podemos verlo, por ejemplo, si comparamos la nueva gran obra de Paul Auster, 4 3 2 1, con su tercera novela autobiográfica, Diario de invierno.

         El personaje principal de Diario de invierno es un hombre descalzo, parado frente a la ventana, viendo caer la nieve y encontrando en los pliegues de la claridad exterior los serpenteados vericuetos de la memoria interna que conforma su vida. Sí, de cierta manera es cierto que el personaje central es Paul Auster. Pero afirmando eso perdemos de vista la experiencia literaria de la obra: no es un texto en que el autor nos presente a su personaje, sino un diario. Aunque no es simplemente un diario, sino una evocación de los días pasados desde la mirada del hombre descalzo, de pie frente a la ventana y viendo caer la nieve. Entender que el Diario de invierno es un diario, una novela y una autobiografía es entender el hecho literario de la obra.

         Mientras 4 3 2 1 presenta las posibilidades de una vida a partir de la creación de varios narradores posibles, Diario de invierno se construye desde la experiencia interna que el poeta ha fraguado en el personaje autobiografiado. Que el presentador sea el mismo en ambos libros no es suficiente para suponer que la presentación acontece del mismo modo: las vidas posibles de los narradores posibles son plenas invenciones del autor, sin que por ahora nos importe desde dónde inventa; la vida recordada en el Diario de invierno, en cambio, es una recolección del personaje inventado, no invención dentro de la invención, sino exploración de las propias posibilidades pasadas cuando se asume uno mismo como personaje rememorante. No es igual la propia asunción como personaje que la creación desde la interioridad literaria: ahí está la diferencia entre el Diario de invierno y el Informe del interior. No es igual la propia asunción como personaje que la creación de las posibilidades de uno mismo como un personaje posible. La literatura, en 4 3 2 1, Informe del interior y Diario de invierno es, como en Aristóteles, representación de lo posible. Mas la diferencia entre las tres obras explora posibilidades de la posibilidad, ensaya la vida, ensaya la literatura. La literatura como ensayo: Paul Auster como autobiografiante.

         Si ahondamos en el hecho literario descubriremos que Paul Auster ha explorado las posibilidades literarias de la autobiografía. Ahondando en ello, podríamos comenzar a entender 4 3 2 1 como obra literaria, como el todo creativo que realmente es. Ahondando en ello podríamos reconocer el valor literario de las filtraciones de la vida en la obra, de los destilados de los libros en la vida.  Sólo así, quizá, la propia vida sería literatura.

 

Námaste Heptákis

 

Escenas del terruño. Qué fácil decir estupideces y confiarse en que los medios editarán las declaraciones centrándose sólo en lo que puede ser escandaloso para todos, no en lo que realmente debería preocuparnos. En aquella declaración del censor de México se señaló a Mario Vargas Llosa como mal político porque perdió, pero los medios omitieron la explicación del asunto: Alberto Fujimori viene a ser buen político por el puro hecho de ganar. ¿Fujimori, buen político? Ah, pero ahí van todos contra don Mario.

Coletilla. “En la escritura de un solo párrafo podemos pasar del deleite a la tortura”. Ignacio Solares