Hay tantos aspirantes a puestos públicos hoy día, tantos pensando en encuestas y otros tantos ocupados en desmentirlas que los gritos en la plaza impiden a las personas pensar, ya no sabemos si es posible la vida política o si aquellos que son llamados a votar en verdad deciden, tras haber pensado, lo que le conviene a la comunidad.
Tal vez los gritos de tantos, los escándalos de otros y las bromas de unos cuantos nos hacen olvidar, callamos por los gritos que nos impiden conversar y anulamos la charla que nos invita a recordar.
Ya falta menos para los comicios, y lo que veo es desaliento y cansancio por no poder escuchar ni los pensamientos de uno mismo, ni los del amigo que al lado está.
Maigo