Práctica mortal
(variación)
Subir los remos y dejarse llevar con los ojos cerrados. Abrir los ojos y encontrarse vivo: se repitió el milagro.
Anda, levántate y olvida esta ribera misteriosa donde has desembarcado.
Tiembla la luz del milagro iluminando en penumbra adonde has arribado.
Ensaya diurno el viaje hasta cumplirse el ocaso.
*Poema original escrito por Gabriel Zaid