No es que la luna se hubiera teñido de sangre durante el eclipse. Más bien, fue la manera que tuvo Dios de quitarnos para siempre el color blanco de nuestra vista a los pecadores.
"Una docena de años viendo cómo se parten por docenas otras cosas en el mundo"
No es que la luna se hubiera teñido de sangre durante el eclipse. Más bien, fue la manera que tuvo Dios de quitarnos para siempre el color blanco de nuestra vista a los pecadores.