Apresar el milagro
¿Qué debo hacer?, ¿a dónde me dirijo? Lo que pregunto tiene razón de ser cuando por mi propia constitución no sé qué hacer. Veo que el universo va y viene, que es indiferente a lo que diga o deje de hacer. Pero si supiera cuál es el fin no sólo del universo, sino de mí mismo, me pondría manos a la obra y dejaría de perorar para contribuir a ese gran final. Es lo que quiero, saber para no ser un enajenado, un extraño para sí mismo.
Esto no lo puedo eludir. Ningún hombre. Por eso la astrofísica intenta hacer ecuaciones que atrapen el milagro: la respuesta, sin lugar a error, que siente las bases de toda nuestra existencia. ¿El universo va o viene? –pregunta para agencias de viaje.
Sólo estaremos tranquilos cuando sepamos cómo funciona el universo y por qué estamos aquí. Mientras los números avancen habrá estabilidad y tranquilidad, pero, ¿habrá algún hombre que entienda el silencio perturbador del fin de los tiempos?
Y sin embargo, apresar el milagro es lo que espero, mas… parece que ya ni las preocupaciones acumulamos, se han vuelto algo vano.
Javel